I. Inaudito . Los sacerdotes de Baal lloraban en vano, al igual que el hipócrita y el formalista; lo mismo ocurre con el hombre que reza por odio y no por apego.David es un vivo ejemplo de como la alabanza agrada al Señor y que por medio de ella podemos agradecer, pedir y buscar consuelo en los brazos del Señor.Su característica peculiar es que